Pero que buena onda! Mi último día de trabajo, de verdad que ya no aguantaba más esa vida trabajadora, es demasiado agotador, pero dejenme decirles que lo más cansador es el trato de la gente, ellos quieren buen servicio, pero al mismo tiempo ellos no tienen ninguna amabilidad en pedir las cosas. Así no se puede trabajar.
Al fin dejaré de lavar cosas que no me corresponden, tener que seguir ordenes de pelmasos y lo mejor: no sentir el olor a la colonia de Seba, era tan mala que dejaba de respirar cuando el pasaba cerca mio. Puaj"
Ahora 100% estudio, si pue, dejaré que me acose el profesor de física y matemáticas y escuchare las historias de la señora de química, no olvidemos también al distinguido lenguaje culto formal de la profesora de lenguaje y Bernardette, la profesora de biología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario